¿Cómo le podemos explicar a los ciudadanos qué son las energías renovables de un modo sencillo?

Las energías renovables son aquellas que se obtienen a partir de fuentes naturales que producen energía de forma inagotable e indefinida. Ejemplos de esto son la energía solar, eólica o mareomotriz. También se consideran renovables cuando se obtienen a partir de fuentes que se regeneran con el tiempo de manera natural, como la masa forestal. Al ser inagotables, presentan un nulo o bajo impacto negativo sobre el medio ambiente, por lo que se consideran energías limpias. Además, pueden ser aplicadas y explotadas a nivel local, lo que ayuda a disminuir la dependencia de las poblaciones hacia los grandes productores de energía, favoreciendo el desarrollo económico y la creación de empleo.

¿Qué impacto tienen las renovables en el día a día de los ciudadanos?

Podríamos hablar de un triple impacto. En el aspecto social, la creación de empleos regionales, el acceso a un mejor nivel de vida en áreas remotas, a través de electricidad o de contar con estufas y calentadores solares, una mejor salud debido a una menor contaminación, superación profesional, por el grado de especialización necesario para instalar o producir energías renovables, lo que implica un mejor salario.
Si atendemos al aspecto económico, el crecimiento de las energías renovables contribuye positivamente al Producto Interno Bruto y a las contribuciones al Estado, aumenta la inversión en investigación, desarrollo e innovación, evita importaciones energéticas y aumenta las exportaciones. Un mayor ahorro económico se obtiene considerando los beneficios de una menor afectación a la salud y a la reducción de emisiones de bióxido de carbono a la atmósfera.
Y en relación con el medio ambiente, el uso de energías renovables contribuye a la mitigación de efectos causados por las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático, además de una disminución de la concentración de partículas tóxicas en el aire, suelo y agua.

Cada vez vemos más casas o empresas con placas solares, ¿qué tipos de instalaciones hay?

Hay dos tipos de instalaciones. Por un lado, las instalaciones aisladas, en viviendas que no están conectadas a la red de distribución de ninguna forma. Suelen ser viviendas en zonas no urbanizadas. Su razón de ser es dar suministro eléctrico en aquellas zonas no electrificadas. Por otro lado, están las instalaciones de autoconsumo conectadas a red, en las que la vivienda sí tiene un contrato de suministro con la compañía distribuidora. Su razón de ser es principalmente el ahorro económico, la eficiencia energética y los motivos medioambientales.
Además, las instalaciones de autoconsumo pueden ser individuales o colectivas, en función de que la instalación suministre a uno o varios puntos; sin excedentes, cuando incorporan un dispositivo de “inyección 0” que evita que la energía que no se consume se vierta a la red de distribución; y con excedentes, cuando la energía generada por los paneles solares y que no se consume en la red interior de la vivienda, se vierte a la red.
Los excedentes vertidos a la red se pueden compensar económicamente en la factura de electricidad (hasta el máximo del total de la factura de consumo) o se pueden vender a la red. Este caso no es habitual para viviendas, ya que para vender la energía excedentaria hay que convertirse en productor de energía. Como actividad económica y para pequeñas potencias, no merece la pena. Pero en industrias o instalaciones comerciales puede ser una opción muy interesante.
Por último, las instalaciones de autoconsumo pueden ser con o sin almacenamiento. La energía generada por los paneles solares se puede almacenar en baterías para ser utilizada fuera del horario solar. Esta opción es interesante en el caso de familias que pasan la mayor parte del día fuera de casa y su principal consumo es nocturno.

Además de pasarnos a las renovables, ¿qué otras cosas podemos hacer en nuestras casas o empresas para reducir la factura de la luz?

Ajustar la potencia contratada. La potencia media de un hogar en nuestro país es de 4,4 kW, pero cada caso puede variar dependiendo del tamaño de la vivienda y del número de aparatos eléctricos que se tengan y que se vayan a usar al mismo tiempo. Para calcular la cifra qué mejor se adapta a al consumo, lo más recomendable es contratar a un electricista profesional para que haga el cálculo.
Ajustar el consumo a las horas valle que son las horas más baratas.
Comprobar las tarifas del mercado regulado. Tradicionalmente, el mercado regulado ha ofrecido la tarifa de luz más asequible; sin embargo, el alza de precios de los últimos años ha revertido la situación a favor del mercado libre. En la modalidad de mercado regulado es en la única en la que se puede recibir el bono social eléctrico, por lo que, si hablamos de un consumidor vulnerable, le convendría pasarse a ese mercado para ahorrar en la factura de la luz. Deberá saber que en el mercado regulado los precios de la luz van cambiando a diario, lo que le dará cierta incertidumbre sobre la cantidad que pagará a final de mes, algo que no le pasará si está en el mercado libre.
Vigilar el stand-by. Se trata de apagar los aparatos eléctricos que se quedan “suspendidos”, es decir, evitar que las televisiones, ordenadores o la cafetera se quede con el piloto encendido. También el cargador del móvil consume cuando está enchufado, aunque el terminal no esté conectado, algo que genera lo que se conoce como el “consumo vampiro”. En líneas generales, apagar todo lo que se queda en stand-by puede ahorrar en electricidad cerca del 10% del gasto anual.
Reducir la temperatura al lavar. El uso inteligente de los electrodomésticos hará que paguemos menos luz. También utilizar el modo eco del lavavajillas.
Usar el frigorífico de forma eficiente. Ajustar su temperatura a unos 5°C y la del congelador a -18°C. En el caso del congelador, además, es importante evitar la acumulación de hielo, ya que esto puede elevar el consumo hasta en un 30%.
Reducir el gasto en calefacción. Los aparatos que utilizan resistencias siempre son más ineficientes y caros, por lo que evitar este tipo de radiadores para calentar la casa siempre generará un ahorro en calefacción. La calefacción eléctrica puede ser hasta cinco veces más cara que la de gas.
Cuidado al usar el aire acondicionado. En este caso, la temperatura ideal que se debes mantener durante los días más calurosos debe oscilar entre los 24 °C y 26 °C. Y aprovechar las horas más frescas del día para apagarlo y ventilar la casa.
Utilizar electrodomésticos eficientes. Sustituir los antiguos electrodomésticos por unos nuevos conlleva un desembolso importante, pero te aseguras amortizarás esa inversión además de colaborar en el respeto al medio ambiente.
Elegir bombillas LED. El uso de las bombillas de LED permite ahorrar hasta un 80% respecto a las bombillas normales. Su coste inicial es más alto, pero su vida útil es hasta 12 veces mayor que una bombilla incandescente.
Apagar las luces. E instalar interruptores divididos, que encienden sólo las luces necesarias, con un programador que las apague cada cierto tiempo o incluso un detector de movimiento para zonas como garajes o trasteros que no se usan a menudo.

¿Cómo es una instalación solar en una vivienda? ¿podéis ponernos un ejemplo?

Tenemos un caso de una instalación doméstica de 23 paneles de 450W con un total de 10,35 kWp y con una potencia nominal de inversor de 10 kW. Se trata de una instalación sobre cubierta plana, lo que implica una estructura lastrada para evitar cualquier tipo de manipulación o taladro en la superficie de esta. Junto con la estructura, paneles e inversor, la instalación cuenta con todas las protecciones eléctricas obligatorias y necesarias.
La vivienda tiene un consumo anual de unos 13.200 kWh y la instalación fotovoltaica tiene una producción estimada de 15.315 kWh anuales. Sumando la parte autoconsumida directamente y la compensación de excedentes, este particular consigue un ahorro de casi un 70% anual y el tiempo de amortización será menor a 5 años y medio. La subvención solicitada viene enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia publicado en el RD 477/2021. Al ser una vivienda particular se acoge al programa 4, directamente enfocada al sector doméstico y administraciones públicas. Contando con unas ayudas proporcionales a la potencia de la instalación y delimitada por unos máximos para evitar sobredimensionamientos innecesarios, el cliente opta a una subvención de 4.657 euros.

Para más información: www.alfaglobal.es