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En la transición hacia un sistema energético más limpio y sostenible, la energía solar y eólica han sido las protagonistas principales y deben seguir siendo. Sin embargo, hay otras fuentes de energía renovable que, cuando se combinan de manera estratégica, pueden ofrecer soluciones aún más eficientes y resilientes, especialmente para Comunidades Energéticas que buscan independencia energética y sostenibilidad para las personas, PYMES y entidades que las integran. Vamos a explorar algunas de estas alternativas, incluyendo la biomasa, la energía hidroeléctrica y la mareomotriz, así como la importancia del almacenamiento energético para maximizar su aprovechamiento.

Energía hidroeléctrica: Aprovechando la fuerza del agua

La energía hidroeléctrica es otra opción renovable clave, basada en el aprovechamiento de ríos y corrientes de agua para generar electricidad. En su versión a gran escala, ha sido utilizada durante décadas; sin embargo, para las Comunidades Energéticas, las micro-centrales hidroeléctricas ofrecen una solución ajustada a sus necesidades. Estas pequeñas instalaciones pueden integrarse en ríos o arroyos locales, suministrando energía constante a comunidades rurales o semiurbanas sin necesidad de grandes infraestructuras. Un aspecto relevante es que, al igual que la biomasa, la energía hidroeléctrica puede operar de forma continua, sirviendo como base para estabilizar la red y complementar otras fuentes más intermitentes.

Biomasa: Energía desde los residuos naturales

La energía de la biomasa se genera a partir de residuos orgánicos, como restos agrícolas, forestales, y desechos urbanos. Para las Comunidades Energéticas, la biomasa presenta una ventaja particular: su disponibilidad constante. A diferencia de la solar o la eólica, que dependen del clima, la biomasa puede producir energía de manera continua, lo que la convierte en una excelente fuente de respaldo.

Además, el aprovechamiento de residuos locales reduce la dependencia de combustibles fósiles y contribuye a la economía circular, creando empleos locales relacionados con la recolección, tratamiento y procesamiento de biomasa. Esto puede ser particularmente interesante para ayuntamientos rurales con un alto potencial de recursos forestales o agrícolas.

genia bioenergia
Fuente: Genia Bioenergía: https://geniabioenergy.com/biogas/

El papel crucial del almacenamiento energético

Una combinación estratégica de energías renovables no sería efectiva sin una adecuada capacidad de almacenamiento. Las baterías y sistemas de almacenamiento de energía permiten acumular el excedente producido por fuentes como la solar o eólica cuando hay abundancia, para luego distribuirla durante momentos de mayor demanda o cuando las condiciones climáticas no son favorables.

Para las Comunidades Energéticas, la capacidad de almacenar energía es fundamental, ya que permite gestionar los picos y valles de la producción renovable, aumentando la autonomía energética y reduciendo la dependencia de fuentes externas. Tecnologías excedentes de energía para liberarla cuando se necesita, son soluciones que pueden adaptarse perfectamente a las necesidades locales y aportar múltiples beneficios a los socios o cooperativistas de una comunidad energética.

Por qué la combinación estratégica genera mayor eficiencia energética

Una de las principales ventajas de combinar múltiples fuentes de energía renovable es que se complementan entre sí. La energía solar y eólica, aunque muy eficientes y cada vez más económicas, dependen de factores climáticos. Al incorporar fuentes como la biomasa, la hidroeléctrica o la mareomotriz, se puede garantizar un suministro energético más constante y fiable. Esta combinación reduce la necesidad de recurrir a fuentes fósiles en momentos de escasez y mejora la estabilidad de la red.

Para las Comunidades Energéticas, un sistema que integre diversas fuentes de energía renovable es sinónimo de independencia y resiliencia. Además, permite adaptarse mejor a las características locales, aprovechando los recursos naturales más abundantes de la región, sea el viento, el sol, los residuos orgánicos, o el agua.

Beneficios sociales y económicos para las Comunidades

El desarrollo de un mix energético diversificado y renovable no solo genera beneficios en términos de sostenibilidad ambiental, sino también en lo económico y social. Al fomentar la producción local de energía, las Comunidades Energéticas pueden reducir sus costos a largo plazo, generar empleos en la región y promover la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones energéticas.

Asimismo, la implementación de estas tecnologías mejora la calidad de vida, al reducir la dependencia de combustibles fósiles, lo que conlleva menos emisiones de gases contaminantes y una mejor salud pública.